¡Afílianos!

Enséñame a volar

viernes, 8 de enero de 2010

10. ~Capítulo 9: No somos lo que parecemos~

Yuuto se limitó a mirarme durante mucho, mucho tiempo. No sé el rato que pasamos intercambiando miradas, clavando nuestras miradas como si de garras se tratasen. La serenidad de mi mirada, la súplica de la misma, la exigencia de una respuesta; supongo que todos estos factores hicieron que Yuuto acabase por separar su mirada de la mía, rindiéndose ante mí mientras suspiraba.
- ¿Y bien? -inquirí-
- ¿Bien qué? -preguntó él mientras bajaba del árbol donde aún seguía sentado y me miraba con burla- ¿Querías algo?
- ¡Respuestas! ¡Ya te lo he dicho! -dije en tono enfadado acercándome a él con brusquedad, incluso a mí mismo me sorprendí-
- A mí no me hables así, niñato. -me dijo en tono serio, borrando esa mirada burlona anterior para clavar sus inquietantes ojos rojizos en los míos-
No pude hacer otra cosa que silenciarme y bajar la mirada. Él tenía las respuestas, enfrentarme no haría que me las diese, sino, en el peor de los casos, todo lo contrario.
- Querías saber dónde había estado estos dos años en los que ni tú ni Aizu me habíais visto, ¿no es así? -me dijo levantando mi rostro con su mano- He estado en otro lugar. Necesitaba encontrar unas cosas, así de sencillo. ¿Dónde? -dijo quitándome la palabra de los labios- En un lugar alejado de aquí, no te interesa dónde, ¿vale? -su tono sonaba exigente, amenazador, pero sin ánimo de acobardar.-
- No te preocupes, no te voy a obligar a darme información de más; pero has preocupado a Aizu, y eso no se debe hacer. -repliqué-
- Lo sé, lo sé... Pero en fin, ¿qué iba a hacer? No me quedaba otra opción que ausentarme este tiempo, Hikaru. -que me nombrase me sorprendió, siempre creí que me odiaba y que por ello nunca me hablaría o me nombraría- Y ahora... Preguntaste sobre el árbol... Supongo que me veo casi obligado a contártelo, pues sino, se lo preguntarías a Aizu y crearías un problema... Así que...
¿Un problema? No entendía lo que quería decir, aún así, asentí y le escuché atentamente. Su mirada era serena, transmitía calma y, quizás, algo de miedo.
- Este árbol lleva aquí desde que llegamos Aizu y yo. Aún no puedo decirte por qué existe, pero lo planté yo tras... Hacer algo con Aizu.
- ¿El qué? -interrumpí-
- No es aún el momento de contártelo, sé paciente. -respondió, esta vez, con calma- El árbol se compenetra con los sentimientos y el estado de ánimo de Aizu. Es algo así cómo... Su "segundo corazón". Cuando lo viste, hace dos años, era pequeño y estaba marchitado; porque pese al tiempo que llevamos en esta dimensión, que son cuatro años, ella no ha vivido feliz. Siempre ha creído que nuestros padres nos utilizaron y ha vivido mal por ello. Aunque Aizu parezca una chica fuerte... Es bastante débil. Sin embargo, tras conocerte, después de lo que pasó en este mismo lugar, cuando viste el árbol; ella comenzó a sentir la felicidad, y el árbol creció y creció, haciéndose fuerte. Este árbol es... Algo así como lo que siente Aizu, para que lo entiendas. -dijo resumiendo costosamente. Ese árbol era algo más que eso, eso estaba asegurado pero, ¿qué?-
- Y... ¿Por qué el tiempo... Transcurre tan rápido aquí? -pregunté con temor a la respuesta-
- No es este sitio. El tiempo no transcurre rápido aquí. -respondió a modo de acertijo- ¿Has venido al bosque otras veces?
- Sí, dos. Vine con Aizu a dibujar y otra vez de excursión, ¿por qué lo preguntas? -dije interesado-
- En esas dos ocasiones el tiempo transcurrió normal, ¿verdad? -siguió diciendo-
- Claro. ¿Por...? -entonces me di cuenta de adónde quería llegar- ¡Claro! El bosque no ha manejado el tiempo mientras que estuve con Aizu, sin embargo...
- Sí cambia cuando estás conmigo. ¿Lo entiendes? -dijo con una sonrisa burlona pero una mirada resignada- Yo soy el único culpable del paso del tiempo. -terminó mientras suspiraba y levantaba la vista al cielo- Tampoco puedo contarte por qué sucede eso. Aún no es el momento...
- Pero, ¿lo sabré pronto? -pregunté con curiosidad-
- No lo sé, sólo sé que lo sabrás.
- Y... ¿Qué pasó con Aizu aquel día...? -pregunté aún con más temor-
- Sus datos... Se sobrecargaron. Aunque ella no lo admitiese, yo me di cuenta y me vi obligado a borrarle parte de sus recuerdos y a ayudarla... -me sorprendió su respuesta, ¿sobrecarga? ¿datos?-
- ¿Datos? -pregunté con asombro- ¿Qué quieres decir...?
- Aizu y yo no somos como tú, ella aún no lo sabe pero... Tuve que hacer algo enormemente pesado para conseguir un mejor futuro para ella.
- ¿Qué sucede en vosotros...? ¿Es alguna enfermedad? Hay hospitales en la...
- No es eso, Hikaru. -interrumpió bajando la mirada- Éramos... Creaciones.
- ¿Creaciones...? -un sudor frío comenzó a recorrer mi rostro y todo mi cuerpo se heló- ¿Qué quieres decir?
- No somos humanos, o lo que quiera que seáis vosotros. -dijo tajantemente, sin levantar el rostro-
- ¿Qué sóis...?

---

- ¡Chicas, me vuelvo al instituto que tengo que terminar de recoger mi habitación! -nos dijo Charlotte antes de irse-
El partido de hoy había sido divertido. Empate, cómo de costumbre. Reine y yo eramos las mejores jugadoras del club, he de admitirlo, pero Charlotte, Suko y Miney-chan eran excepcionales juntas. Suko y Miney también se fueron pronto, y en la playa nos quedamos tan solo Reine y yo.
- Ai-Aizu... -dijo de repente entrecortadamente Reine- ¿Desde cuándo conoces a Hikaru?
- ¿Eh? ¿A Hika-chan? -repetí llevándome un dedo a los labios- Pues... Desde hace dos años, si no me equivoco, es muy buen chico, ¿no crees? -dije jovialmente con una sonrisa- ¿Lo preguntas por algo en...? -al mirarla vi cómo se sonrojaba ligeramente y me asombré- ¿Te gusta Hikaru?
- ¿EH? ¿Qué? ¿A m-mí? ¿Hi-Hi-Hi-Hika-Hikaru? -dijo ella tímidamente-
- ¿Desde cuando? -insistí sacando la lengua- Vamos, no voy a contárselo a nadie, tranquila. -sonreí-
- Bu-bueno... -tartamudeó con indecisión- C-cuando... Vi-vinisteis a mi cum-cumpleaños... -seguía tartamudeando, sin lugar a dudas, algo sentía por Hikaru- Él m-me... Ayudó a poner las velas a la tarta y... Me-me felicitó y... F-fue muy amable... -dijo con vergüenza-
- ¡Con lo mona que eres seguro que él también se fijó! ¡Déjamelo a mí! ¡Le sacaré todo lo que siente! -dije con decisión y emoción- Bueno, y ahora, me vuelvo al instituto, ¿vienes conmigo o...?
- Lo siento, tengo que ir a hacer unos recados... -dijo apenada-
- Tranquila, pero, ¿no es un poco tarde?
- No te preocupes, estaré bien.
Tras despedirnos vi cómo se adentraba en la ciudad, no pude evitar sentir miedo. Una chica tan tímida y tan inofensiva como Reine... ¿Cómo podían dejarla sola? ¿Y cómo le mandaban recados a esas horas? Sin poder hacer nada tuve que volver al instituto, preocupándome por mi amiga, esperando que no sucediera nada.
- ¡Qué fuerte! Ahora Hika-chan tiene una admiradora... ¡Cómo mola! ¡Haré de cupido! -grité emocionada- ¡Ups! -me tapé la boca. Nadie debía saberlo, seré idiota.-

---

De pronto, en las ramas del árbol, comenzaron a salir frutos, ¿qué ocurriría en la mente de Aizu?

No hay comentarios:

Publicar un comentario